25 oct 2011

¿Qué por qué no escribo? (Rulfo)



—¿Qué por qué no escribo? —se le oyó decir a Juan Rulfo en Caracas, en 1974—. Pues porque se me murió el tío Celerino, que era el que me contaba las historias. Siempre andaba platicando conmigo. Pero era muy mentiroso. Todo lo que me contaba eran puras mentiras, y entonces, naturalmente, lo que escribí eran puras mentiras. Algunas de las cosas que me platicó fueron sobre la miseria en la que había vivido. Pero no era tan pobre el tío Celerino. El, debido a que era un hombre respetable, según dijo el arzobispo de allá por su rumbo, fue nombrado para confirmar niños, de pueblo en pueblo. Porque ésas eran tierras peligrosas y los sacerdotes tenían miedo de ir por allí. Yo le acompañaba muchas veces al tío Celerino. A cada lugar donde llegábamos había que confirmar a un niño y luego cobraba por confirmarlo. Toda esa historia no la he escrito, pero algún día quizá lo haga. Es interesante cómo nos fuimos rancheando, de pueblo en pueblo, confirmando criaturas, dándoles la bendición de Dios y esas cosas, ¿no? Y él era ateo, además.

Enrique Vila-Matas - Bartleby y compañia.

22 oct 2011

Cortázar y García Márquez

Julio Cortázar usando una máscara junto a Gabriel García Márquez.

21 oct 2011

Aún no desempacan


Aún no desempacan el comedor. Los dos se sientan en el suelo y usan la mesita del teléfono para sostener los vasos. Sólo han tenido tiempo para armar la cama y sacar algunas cortinas. El resto es un desastre. Después, todo quedará como en las revistas que Alicia acostumbra ver. Habitaciones iluminadas, obras de arte colgadas en las paredes, tapetes llamados alfombras y objetos extraños en todas las mesas de la casa.

2 oct 2011

Calvin y la enseñanza

William B. "Bill" Watterson creador de “Calvin and Hobbes”